El papa es humano y él es el primero en dejarlo claro, sino mira cómo es captado comiéndose, aparentemente, sus propios mocos… Bueno por lo menos son propios, una a su favor.
La imagen de Francisco abandonando Brasil, después de su exitosa gira por el país de la samba, está triunfando en las redes sociales y no precisamente por su carácter divino, ni por los millones que lo siguieron en su semana de estadía.
En el vídeo, el papa, sentado, mira por la ventanilla del avión al tiempo que se lleva un dedo a la nariz, extrae un… este, un… ¿moquito? y, aparentemente, procede a ingerirlo, disimuladamente y sin aparente escala, va directo a sus papilas gustativas. En fin, ¡Bueno provecho sumo pontífice! después de todo deben ser unos santos mocos.
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