Desalmada doctora se roba a niños recién nacidos para venderlos en el mercado negro

Las autoridades del condado de Fuping pudieron establecer que el pasado 17 de julio, la mujer vendió a un bebito con tan sólo un día de nacido por $3,527. Insólitamente, el niño fue vendido de nuevo dos veces, en los 10 días siguientes. Sin embargo, y para fortuna del recién nacido, este logró ser rescatado a tiempo y ser regresado a sus padres. Para cometer su fechoría, la mujer le dijo a los padres de la criatura que se había contagiado de sífilis a través de la madre y convenció a los padres de dejarle bajo su cuidado. No obstante, cuando la madre se realizó las pruebas de sífilis éstas resultaron negativas, lo que levantó la sospecha inmediatamente de los padres que luego decidieron reportarlo las autoridades.
El bebito fue encontrado en buenas condiciones y tras realizarle una prueba de ADN, lo entregaron de nuevo a sus padres.
Esta no es la primera vez que Shuxia comete este macabro robo ya que viene realizándolos desde el 2006. Shuxia también logró convencer a una pareja de que dejaran a su recién nacido en el hospital tras decirles que el bebé había dejado de respirar. La pobre madre no podía parar de llorar luego haber dado a luz a su pequeño en un parto natural.
A comienzos de este año, Shuxia robó a un par de gemelos y para quedarse con ellos convenció a sus padres de que los bebitos tenían problemas cardíacos y carecían de genitales, reporta una cadena de televisión China.
Shuxia al igual que otros cinco sospechosos ya fueron detenidos y estan acusados de tráfico humano.
Es sorprendente que esta mujer haya sido capaz de robarse a los niños para venderlos. Solo una mujer desalmada es capaz de realizar semejante crimen con recién nacidos. ¿Será tan desmesurado su afán de hacer más dinero? A quién se le ocurre quitarle un bebé a una madre para venderlo, es realmente increíble que estas cosas ocurran. Pueda ser que la mujer y sus secuaces reciban el castigo que se merecen y que jamás puedan volver a trabajar en un hospital.
By Alejandra Chaparr
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